
Bajo la premisa de “Soñar el mundo como debería ser”, el pasado fin de semana el programa de Derechos Humanos de IELCO convocó a miembros la iglesia de todo el país a aportar ideas y compartir sueños sobre cómo debería la iglesia luterana en Colombia encaminar acciones y dedicar esfuerzos en la defensa de los derechos humanos. A la convocatoria respondieron pastores, coordinadores de ministerios nacionales, líderes de proyectos y laicos, interesados en vivir el llamado para proteger a los vulnerables y liberar a los oprimidos.
La reunión, caracterizada por espontaneidad, alegría y sinergia, se desarrolló en el Centro de retiros Santa María del Lago, en Chinauta, Cundinamarca, excepcional espacio administrado por la comunidad de las Hermanas Bethlemitas, comunidad religiosa femenina, católico-romana, que acogió al grupo y, con su característico carisma de acogida propició el ambiente para los temas que allí se abordaron.
Tras revisar los aportes realizados el año anterior por representantes de diferentes comunidades luteranas del país, y compartir percepciones frente a lo avanzado y los desafíos que de allí emergen, los participantes identificaron las realidades de de vulnerabilidad presentes en muchas comunidades en Colombia, y el modo como el programa de Derechos Humanos puede ayudar a IELCO a enfrentar esos desafíos.
“Soñamos juntos con un país sin violencia, con comunidades vibrantes que buscan proteger a los más vulnerables entre ellos, y una iglesia nacional que aboga por la paz y la justicia.” Indicó Curtis Kline, misionero de la ELCA en Colombia, quien ha venido apoyando el programa y a su coordinadora Sara Lara.
La actividad, que en su segunda jornada incluyó la celebración del Pentecostés, concluyó -bajo la guía del Espíritu Santo-, formando un comité asesor nacional para ofrecer orientación al programa de Derechos Humanos, para asegurar que éste responda a las necesidades de las comunidades locales, así como a la visión que ha identificado durante el encuentro. El comité respetando la paridad de género, tiene el mismo número de hombres y mujeres de todas las regiones de IELCO en el país y tiene como compromiso tomar la visión desarrollada durante el ejercicio de construcción colectiva y lo ponerla en acción.