
La Iglesia Luterana San Pablo, en el centro de Sao Paulo, en Brasil abrió sus puertas, si se puede decir así, de modo metafórico, para celebrar su primer culto después del voraz incendio que la dejó parcialmente destruida el primero de mayo del año en curso.
El servicio religioso se realizó el pasado domingo 8 de julio y fue dirigido por el pastor Frederico Carlos Ludwig, en una carpa ubicada al lado de la construcción. Para el religioso, es necesario retomar actividades y enfocarse en la reconstrucción del templo, desde la infraestructura básica, gravemente afectada por el siniestro, hasta la reinstalación de los servicios públicos que por obvias razones se encuentran suspendidos.
El templo neogótico inaugurado en 1908 y restaurado en 2015, reconocido como patrimonio de la ciudad, requiere reconstruir casi el 90 por ciento de su estructura, lo cual demanda una millonaria inversión y el apoyo no sólo de toda la iglesia luterana, sino también de otros benefactores que quieran verla reabrir sus puertas para el servicio de la comunidad, con el mismo esplendor de sus mejores años.