Ayudas Humanitarias por COVID-19
Por un contacto entre la IELCO y una persona que conocía la zona de Caimito Sucre, la cual hizo saber sobre las necesidades que tenía la población bajo vulnerabilidad, se programó para finales de agosto del año 2019 una visita a la población de Caimito departamento de Sucre región caribeña colombiana. A fines de agosto del 2019 una comisión delegada por la IELCO, llevo a cabo la visita a la zona de Caimito Sucre, dicha visita se realizo durante cuatro dias.
En los cuales se hizo un reconocimiento de dos barrios que están bajo vulnerabilidad. Acerca de la visita y como resultado se realizó un exhaustivo informe por parte de la comisión, dicho informe daba cuenta de las necesidades más apremiantes de dos barrios denominados el Cielo y el Guarumo de dicha población caribeña.
Entrado el 2020 y una vez llego la pandemia causada por el Covid 19 y en virtud del informe de la comisión exploradora, se envió una solicitud a la Federación Luterana Mundial requiriendo recursos para ir al a zona de Caimito especialmente a los barrios el Cielo y el Guarumo y entregar una ayuda humanitaria (mercados) a la población más vulnerable de los barrios antes mencionados.
Por la gracia de Dios la Federación Luterana Mundial aprobó los recursos requeridos por IELCO para dicho fin humanitario. Esta es la razón por la cual durante los dias 04 al 09 de octubre, otra comisión del a IELCO se desplazo hasta la zona para hacer efectiva la ayuda humanitaria entregando asi los mercados a la población seleccionada de acuerdo con sus necesidades básicas.
En este segundo viaje pudimos evidenciar las condiciones en las que vive la población de dichos barrios, condiciones de pobreza, asentamientos humanos e invasión de terrenos que no se encuentran en sus mejores condiciones de habitabilidad, así en esta visita se pudieron apreciar nuevas necesidades que tienen las comunidades y sobre todo y lo más importante, ver que nuestro trabajo como Iglesia de llevar la palabra de Dios es de suma importancia para seguir con nuestra labor en estas comunidades.
Damos gracias a Dios que bajo su voluntad hizo posible esta gestión y ejecución y también a cada una de las personas que conformaron las dos comisiones tanto la de exploración en Agosto del año 2019 y la que fue recientemente a ejecutar la entrega humanitaria y desde luego a la Oficina Central de la IELCO por proveer los recursos para el primer viaje y delegar las personas para el viaje de ejecución de la ayuda humanitaria. Desde luego a la Federación Luterana Mundial por proveer los recursos para la ejecución del proyecto emergencia Covid 19, también a la población del Caimito desde sus autoridades municipales por su recibimiento y colaboración, Que Dios los bendiga a todos.
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IELCH lanza “Iglesia Crece, revitalizando nuestra misión”
SANTIAGO DE CHILE / Chile (LWI) – La Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH) llevó a cabo este 25 de septiembre la ceremonia inaugural de su proyecto trienal “Iglesia Crece, revitalizando nuestra misión”, a través del cual pretende revitalizar la misión y fortalecer diferentes aspectos del testimonio y el trabajo que realizan en Chile. El proyecto cuenta con el apoyo de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA) y tiene como objetivo “Revitalizar el trabajo misional interno y externo de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile”.
“Es un proyecto que hace mucho tiempo estaba en nuestros sueños, porque busca construir de manera comunitaria y colaborativa, respuestas que permiten revitalizar nuestra misión interna y externa”, compartió la Revda Izani Bruch, Obispa de la IELCH. Sobre su importancia, declaró que es “muy significativo”, porque “busca capacitar y empoderar nuestras comunidades, nuestros directorios locales, desde la perspectiva del sacerdocio universal de todos los y las creyentes, para ser comunidades colaboradoras en la misión de Dios”. En ese mismo sentido, dijo todavía que en la IELCH están muy esperanzados con su puesta en marcha, “pues soñamos transformar nuestras comunidades, en comunidades misioneras y sustentables, al servicio de la esperanza”.
Participaron del encuentro que se realizó vía zoom, representantes de la IELCH y de la ELCA. Entre ellos, el Rev. Jaime Dubon, Director de Área de Misión Global; el Arquiteco Gustavo Driau, Representante Regional de Misión Global para América del Sur y Caribe; la señora Paulina Dasse, Encargada de las relaciones de Sínodos Compañeros y la Pastora Heather Apel, asistente del Obispo para liderazgo del Sínodo de Indiana-Kentucky, todos ellos de la ELCA. Por el lado de la IELCH tomó parte la propia Obispa Izani Bruch, así como la Presidenta Damaris Trujillo y algunos miembros del Consejo Sinodal, además líderes y lideresas de la Iglesia. También participó como invitado el Obispo Alexis Salgado de la Iglesia Luterana en Chile (ILCH).
Entre otras cosas, fue presentado el proyecto, detallando cuales son las expectativas, los sueños y los anhelos que se esperan alcanzar, así como también pusieron de manifiesto los compromisos que asumieron las y los miembros de los equipos de trabajo, que son parte de la elaboración y ejecución del mismo, a fin de que esta iniciativa permita efectivamente revitalizar la misión de la Iglesia en cada espacio de la misma.
La ceremonia incluyó una clase magistral en el contexto de uno de los desafíos del proyecto que es la creación de la “Escuela de Formación Luterana”, que estuvo a cargo de los profesores Scheila Dillenburg y Valerio Schaper, del Instituto Sustentabilidad de América Latina y el Caribe (InS), perteneciente a las Facultades y las iglesias miembro de la Federación Luterana Mundial (FLM) en América Latina y el Caribe, quienes realizaron la ponencia; “Gestión eclesial, cambios y trasformaciones”.
Red de Comunicaciones – LAC
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Iglesia San Pedro en actividad
Cuando comenzó el confinamiento obligatorio en Bogotá, pensábamos que, al no poder acudir al templo, sufriríamos un distanciamiento entre los miembros y simpatizantes de la comunidad y esto nos desafió a replantear nuestras dinámicas como congregación. San Pedro es una comunidad que históricamente ha vivido la experiencia del encuentro en torno a los medios de gracia en su templo en Ciudad Roma, principalmente los domingos y ha gozado de acompañamiento pastoral en las casas. Pero, además de no contar con pastor al comienzo de año, no llegamos a imaginar lo que tendríamos que vivir en esta época excepcional, tratando de ser iglesia sin nuestros habituales encuentros.
Mas Dios obra de modos insospechados, y lo que al comienzo representaba un riesgo para la comunidad, se constituyó en una oportunidad de fortalecimiento. El Pastor Nelson Celis “llegó” a finales de marzo para acompañarnos, moviendo progresivamente la vida de la iglesia hacia la comunidad virtual. Logramos comenzar un espacio de estudios bíblicos semanales, que no teníamos antes, contando con participación ya no sólo de miembros de la iglesia, sino de personas de diferentes lugares del país e incluso del continente, quienes los siguen a través de Facebook y Youtube. A la par, el Comité administrativo congregacional, que se ha reunido mensualmente, comenzó junto con el pastor, la realización de acompañamiento telefónico a los miembros de la iglesia, así como la gestión de ayudas humanitarias, que pudieron asignarse a 25 familias del contexto en el que trabaja la iglesia, en dos ocasiones, haciendo presencia así, ante las necesidades del pueblo de Dios.
Quizá algo que nos ha reafirmado como comunidad más allá de los muros del templo y por medio de la web, ha sido el compromiso comunitario de mantener viva la llama del Espíritu en nosotros y propiciar encuentros que, aunque con distancia física, no han restado calidez al encuentro virtual, como hermanas y hermanos. Y justamente, aprovechando las herramientas que ofrece la internet, hemos realizado también cultos en vivo, en los que hemos contado con adecuada participación, y que al quedar grabados en la red, han tenido cientos de visualizaciones. Los ministerios no han dejado de reunirse y en especial el de jóvenes, que ha logrado bellos espacios abordando temas que le son relevantes. Y los sábados se adelanta el curso de preparación para la confirmación (confesionalidad luterana), entre otros espacios eclesiales.
Hoy queremos decirle a la iglesia nacional, que como comunidad de fe, nuestra congregación se ha fortalecido, goza de un adecuado acompañamiento y se nutre incansablemente de la Palabra de Dios y la esperanza que de ella emana, aprovechando los dones que Dios le da también por los canales virtuales y, seguimos siendo testimonio de comunión en la diversidad, acogida y servicio.
Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, Congregación San Pedro: Una iglesia sin muros que acoge también en los escenarios virtuales.
Información suministrada por Pastor Rev. Nelson Celis
Correo: sanpedro@ielco.org
Perfil en Facebook: https://www.facebook.com/IELCO.SANPEDRO
Fan page: https://www.facebook.com/LuteranaSanPedro
Actividades:
Estudios Bíblicos: miércoles 5.00 p.m. por Zoom
ID de reunión: 777 7246 5229 Código de acceso: IELCO
Culto: Último sábado de mes 6.00 p.m. por Zoom
ID de reunión: 821 6603 5086 – Código de acceso: CULTO
Curso de confesionalidad luterana: Sábados 3.00 p.m.
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Lidiando con la pandemia en la Iglesia Luterana en Chile
SANTIAGO DE CHILE, Chile/GINEBRA (LWI) – Iglesia Luterana en Chile (ILCH) ha respondido a la pandemia del Coronavirus (COVID-19) al cambiando las reuniones en persons a reuniones en línea. Para hacerlo, la ILCH utiliza varias herramientas y plataformas. Asimismo, la ILCH ha ayudado a personas que perdieron sus trabajos y a otras personas en necesidad.
“Las iglesias cristianas luterana, evangélica y pentecostal trabajan juntas en una Plataforma Evangélica de Servicio”, dijo Alexis Salgado, Obispo de la ILCH. “Aquí, intercambiamos ideas y coordinamos medidas para cumplir con nuestras responsabilidades cristianas en la iglesia y sociedad durante la pandemia”.
En Chile, la pandemia comenzó en marzo. Alcanzó su punto máximo en junio, casi provocando el colapso del sistema de salud pública. “Desde junio, una estrategia general de pruebas complementa las medidas tomadas para responder a la pandemia”, explicó Salgado. “Sin embargo, el levantamiento de los bloqueos genera temores sobre nuevos brotes y mantiene nerviosas a las autoridades y a la población”. Al 31 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había registrado 408,009 casos confirmados de COVID-19 y 11,181 muertes entre la población de Chile de unos 19 millones. Actualmente, se registran entre 1.000 y 2.000 infecciones diarias.
El Fondo de Respuesta Rápida COVID-19 de la Federación Luterana Mundial (LWF) y el apoyo financiero del Comité Nacional Alemán de la Federación Luterana Mundial (GNC / LWF) ha hecho posible el apoyo a la iglesia en la implementación de medidas para responder al impacto económico y social de la pandemia.
Alimento para cuerpo y el alma
A medida que se desarrolló la pandemia, muchos chilenos se preocuparon por su salud tanto como por su situación económica. Se perdieron muchos puestos de trabajo; las pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar. Algunas personas lograron mantener sus trabajos a costa de salarios reducidos. Debido a la presión de los actores sociales, se permitió a las personas utilizar el diez por ciento de sus fondos de pensiones acumulados.
“El apoyo del gobierno en forma de ayuda financiera y alimentaria fue lento; las familias tenían que compartir la comida, y hasta se hablaba de hambre ”, dijo Salgado. “Lo que nos alarmó fue que también familias de clase media baja enfrentaron esta situación”. En respuesta a esto, las comunidades realizaron campañas de recolección de alimentos y el ILCH distribuyó cajas de alimentos entre los grupos de bajos ingresos en Santiago, y también en Valparaíso, Valdivia, La Unión, Osorno y Temuco.
Sin embargo, había desafíos adicionales que afrontar. “La pérdida del contacto personal para todos los grupos etarios en nuestras comunidades durante el encierro nos afectó mucho”, recordó Salgado. “Internet había sido un ‘amigo lejano’; ahora, los pastoresy pastora tenían que adquirir nuevas habilidades rápidamente para poder extender la mano y predicar el evangelio”.
Hicieron experiencias alentadoras: se abrieron nuevas puertas cuando un público más amplio vio los servicios religiosos en línea. “Vimos aumento en la cantidad de participantes que se multiplicaron por tres o cuatro”, dijo Salgado. Además, se unieron miembros que se habían mudado a otras ciudades o incluso al extranjero. “La gente tenía más tiempo y había hambre espiritual”.
Las reuniones de pastores y pastora también se han beneficiado: consumen menos tiempo y son más baratas, ya que los costos de viaje disminuyen cuando se reúnen en línea en una videoconferencia.
“Aún así, no todo ha ido bien”, resumió Salgado. “Gran parte de nuestro trabajo depende del contacto personal”. Se ha echado mucho de menos la comunión entre hermanos y hermanas, junto con las actividades que involucran a un mayor número de personas.
“Esperamos que esta experiencia nos ayude a diversificar el alcance en nuestras comunidades”, dijo Salgado. “Nuestra sociedad nos desafía a hablar un nuevo idioma, y puede tener necesidades diferentes a las que la iglesia pensaba que tenía. Estamos llamados/as a ser más empáticos y eficientes en nuestra diaconía”.
Traducción Red de Comunicaciones LAC
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Atención al migrante Venezolano
El Centro Asistencia Humanitaria al Migrante Venezolano- IELCO, ha tenido grandes desafíos causados por esta pandemia COVID-19 se ha transformado el mundo para siempre; además, que el tema de la migración venezolana ha sido un factor trascendental en la historia de Colombia ya que el país no había recibido migración tan significativa desde principios del siglo 20 cuando miles de familias libanesas llegaron al país y se asentaron en la costa atlántica.
Colombia no estaba preparado para asumir semejante reto y el COVID-19 ha supuesto un duro golpe para la población migrante Venezolana radicada en Colombia, esta población trabaja esencialmente en el sector informal de la economía y las diferentes cuarentenas han sido muy difíciles porque han destruido sus escasos ingresos, en abril cuando recién comenzaba la cuarentena se empezo a observar en Bosa y en otras Localidades de la ciudad de Bogotá un fenómeno dramático en el cual los venezolanos eran expulsados de los paga diarios o viviendas que alquilaban por no tener con que pagar el alquiler, las familias venezolanas saben que si no trabajan un día no comen es la triste realidad de cientos de miles de personas no solamente venezolano sino también colombianos quienes tienen ingresos por debajo de un salario mínimo legal vigente es la dinámica del (rebusque) la situación se ha ido agravando con el paso del tiempo.
imageEl Centro de Asistencia Humanitaria al Migrante Venezolano de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia ha tratado de asimilar esta situación luchando por tratar de garantizar algún tipo de alimentación y de bioseguridad esto se ha podido lograr gracias a la ayuda de la Iglesia Evangélica Luterana en América hemos podido brindar asistencia a los migrantes en esta terrible situación también es importante señalar que desde el mes de mayo tenemos una alianza estratégica con el Banco de Alimentos de la arquidiócesis de Bogotá, gracias a lo cual el alcance de las ayudas se amplió y ha podido llegar a más personas en estos momentos de tanta necesidad.
Se han dado ayudas financieras para tratar de aliviar la situación económica de los migrantes, al igual que acompañamiento psicosocial y espiritual y se inició en el mes de agosto una capacitación virtual sobre “reciclaje”; es de destacar la incansable labor de nuestros colaboradores en terreno sin su sacrificio y entrega no se hubiese podido ayudar a tanta gente en estos momentos de profunda crisis, a ellos les damos las gracias y seguiremos luchando por el bienestar de las familias migrantes, de la Misión “Lluvias de Gracia” y de la comunidad de Bosa “Porvenir”.
Informacion suministrada por: Daniel Rubiano
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La Acción Diaconal de la Iglesia en COVID-19
En marzo de 2020, cuando comenzó el confinamiento obligatorio en Colombia, por causa del COVID-19 y los gobiernos nacional y locales se vieron enfrentados a la necesidad de establecer normas para las interacciones que deberíamos como colombianos asumir desde entonces en aras de prevenir el contagio del Coronavirus y reducir los efectos que, en todas las áreas de la vida, tendría esta pandemia, la Iglesia Evangélica Luterana, asumió una posición responsable y proactiva frente al manejo de la situación emergente y el Proyecto de Acción Diaconal Luterana para la construcción de justicia y paz en Colombia, en pos del cumplimiento de sus objetivos, fue aún más allá.
Ciertamente no ha habido un manual que describa en detalle el cómo ir adelante en escenarios como el actual; sin embargo, hemos ido descubriendo en el camino las oportunidades de afrontar los efectos de la pandemia y restricciones vinculadas, sin disminuir los esfuerzos por cerrar el tercer año del proyecto con un buen nivel de cumplimiento y, además, la disposición por aportar a la IELCO nuestra capacidad de respuesta y creatividad ante las crisis. Esto es, una situación que ha reducido el potencial de acción para muchas organizaciones, para nosotros ha devenido en “combustible” que nos impulsa a marchar a buen ritmo.
Considerando que el Proyecto ya venía trabajando con herramientas de la virtualidad y ha mantenido desde el comienzo fluidez en la comunicación con las comunidades que acompaña, así como un significativo nivel de registro y sistematización de experiencias; el confinamiento no ha sido una barrera para el desarrollo de lo planeado y, por el contrario, ha posibilitado el fortalecimiento de la respuesta creativa por parte del equipo como estrategia de continuidad. Si bien, aparentemente este Proyecto consideraba las visitas a territorio y el trabajo comunitario in situ, las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la informática y las comunicaciones, han generado nuevas dinámicas de interacción e incluso, espacios que hace unos meses eran inimaginables.
Luego de más de cuatro meses trabajando desde casa a través de la internet, el inventario muestra un “depósito” de experiencias que validan la pertinencia del Proyecto y sus alcances en términos de fortalecimiento eclesial, especialmente en el área diaconal:
1. Contamos con dos iniciativas de acción diaconal en territorio avanzando en sus objetivos, sin que las distancias o dificultad para el encuentro físico determinen cambios en lo esperado: Yopal (capital del departamento de Casanare, en la región de la Orinoquia) y Tunja (capital del departamento de Boyacá, en la Región Andina). La primera, da respuesta a situaciones asociadas al incremento de la violencia contra mujeres, niños y niñas; la segunda, está direccionada a ejercicios de recuperación de memoria histórica y colectiva, así como intercambio de experiencias de vida entre jóvenes y adultos mayores, en pro de su preservación y de la revalidación del aporte social de estos grupos etarios. El Proyecto de Acción Diaconal impulsa, acompaña, facilita el trabajo de ambas iniciativas a través de capacitaciones y encuentros online, seguimiento telefónico e intercambio de correos.
2. Asumimos el compromiso de aportar capacidad profesional y herramientas técnicas a la IELCO, con la participación de los miembros del equipo en diferentes espacios, especialmente en aquellos comités que van a la delantera en la respuesta ante el COVID-19. Se continúa desarrollando acciones para trazar planes de incidencia para la iglesia, consolidación de procesos de gestión de recursos, aportar conocimiento y experiencia en la formulación de proyectos e iniciativas de formación, entre otras dinámicas solidarias y apoyo institucional.
3. Se mantienen los procesos de construcción participativa del Plan Misional, sus ajustes pertinentes considerando el contexto actual y el direccionamiento de acciones de socialización apoyadas en las herramientas tecnológicas y de las comunicaciones con que contamos, así como la exploración de vías alternativas a los encuentros presenciales en lugares comunes.
4. Las capacidades instaladas del proyecto, van favoreciendo el impulso creativo de escenarios externos a la iglesia, orientados por principios de diaconía en contexto y atención humanitaria: colegios, entidades del orden gubernamental, colectivos, han acudido a profesionales del proyecto para la atención de situaciones puntuales que demandan asesoría profesional y experiencia en la acción diaconal. A la par, se han abierto espacios para el diálogo en el ágora académica, en los que se comparten percepciones, fundamentos conceptuales, reflexiones sobre la práctica y orientaciones para la acción.
Así, en los escenarios de la virtualidad, el panorama de trabajo para el Proyecto de Acción Diaconal Luterana, ha ido tomando nuevos matices, teniendo en consideración que, no sólo se busca el cumplimiento de los objetivos del proyecto y el desarrollo de las actividades planeadas, sino a la vez, posicionar un área de la Diaconía luterana entre las fuerzas de impacto con que cuenta la IELCO en el contexto colombiano. Es decir, no se agotan las iniciativas del proyecto en su propio marco lógico, sino, como es de esperarse cuando se cuenta con proactividad y motivación creativa, se van sentando bases para la instalación de programas de largo alcance en una iglesia que se rediseña sin perder su identidad, a partir de los desafíos que conlleva su misión en el mundo.
Si algo, además de lo mencionado y cuanto resulta evidente, se ha ganado en estos meses y queremos potenciarlo, es la creatividad en el servicio, acompañada de la respuesta simultánea ante las demandas de las realidades emergentes, con distancia física, pero mayor presencialidad y cercanía con las comunidades que se nutren de la esperanza.
En las crisis encontramos motivaciones para rediseñarnos y transformar la sociedad con nuestro creativo actuar diaconal.
Por: Rev. Nelson Celis, Coordinador
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Se ha cambiado nuestra forma de trabajo
El ministerio de mujeres de la iglesia luterana este año tenía planeado hacer talleres regionales y visitación a las congregaciones y misiones de IELCO.
Por causa de la pandemia se ha cambiado nuestra forma de trabajo y lo hacemos desde casa, como casi todo el trabajo en la iglesia. Hemos estado haciendo ayudas humanitarias, esto es un apoyo económico que se está entregando a personas que están viviendo momentos difíciles por cauda de la pandemia y algunos no tienen los recursos básicos para vivir. Ha sido de gran bendición poder acompañar, ayudar, apoyar, orar y servir en estos momentos tan complicados, desafiantes y confusos que estamos viviendo por causa de la pandemia.
Estamos haciendo reunión de mujeres virtual, donde tenemos espacio de oración, estudio de la palabra de Dios, pero también un momento de conversar y hablar de la situación de cada una; lo que sucede por la pandemia. Cómo la está viviendo, la enfrentando, lo que siente, sus dolores, tristezas, angustias, miedos, pero también hablamos de las alegrías, aprendizajes, actividades, anécdotas, estos espacios ayudan a que las mujeres puedan expresar abiertamente lo que están sintiendo, sanar, fortalecerse, darse cuenta que no son las únicas que pasan por estas situaciones en la vida. Enviamos devocionales que las llamamos “Terapia para el alma”. Son espacios muy bonitos y sabemos que Dios está obrando en nuestras vidas y que cada día aprendemos. Participamos activamente en los cultos realizados por los ministerios.
Este semestre iniciamos charlas, talleres o conversatorios con las lideresas de cada congregación y misión, sobre la prevención de la violencia en el hogar, capacitando al pueblo de Dios para que puedan ayudar a otras mujeres y sus hijos e hijas que estén viviendo o sufriendo la violencia. Reconocemos que el trabajo en el nombre del Señor no es en vano, seguimos firmes y constantes como dice nuestro versículo lema.
“Así que, hermanas mías amadas, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. 1 Corintios 15:58.
Por: Pastora CONSUELO PRECIADO
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Vidas que impulsan la paz
Cuando se le pregunta a Milton de dónde viene su liderazgo y cuándo decidió ser un líder comunitario, él empieza contando que desde su nacimiento lo han preparado para serlo.
Milton Sinigüí, nació y sus padres y allegados organizaron una tradicional ceremonia en Frontino, Antioquia, municipio de donde es oriundo. Allí mataron una gallina y la compartieron, no solo con su familia, sino también con vecinas y vecinos. Aunque Milton no se diera cuenta en ese mismo momento, su comunidad Embera Eyábida quería presentarle, por medio de diferentes rituales, la importancia de compartir, liderar y honrar la vida.
Desde que era un niño, dedicó esfuerzos a su comunidad y logró educarse en conocimientos y reconocimientos ancestrales, tradicionales y culturales con acompañamiento, sobre todo, de sus padres. También estudió en un colegio y sus vacaciones las dedicaba al trabajo comunitario, pues ese fue su compromiso: estudiar y generar conocimiento para aportarle a su comunidad. Su primer liderazgo fue en ese entonces, cuando enseñaba a los más pequeños lo que él ya había aprendido. Hoy, Milton es Licenciado en Pedagogía de la Madre Tierra con énfasis en Salud, de la Universidad de Antioquia, y nos enseña que durante muchos años, la vida nos prepara para ser lo que somos en la actualidad; Milton es también un gran líder comunitario participante de la Mesa Interétnica de Paz en el departamento de Antioquia.
Son muchas las personas entregadas a procesos sociales y comunitarios en lugares que han sido históricamente golpeados por los múltiples conflictos y olvidados por el Estado, por eso, en el año 2018 e impulsado por el proyecto De la Guerra a la Paz, de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, nace la Mesa Interétnica de Paz en el corregimiento de Blanquita Murrí, Frontino, conformada por personas afrodescendientes, campesinas, mestizas e indígenas que han sido participantes activas en las aproximadamente 35 comunidades que hacen parte de la Mesa, contando con participación de Juntas de Acción Comunal y comunidades étnicas.
Por: Maria Juliana Serrano Díaz
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Iglesia Evangélica Luterana El Salvador en Medio de la Pandemia por COVID-19
Ante la palabra y la orden de aislamiento, pareció que todo se paralizara, en especial las actividades eclesiales a las cuales veníamos acostumbrados a tenerlas en comunidad. Sin embargo, la Iglesia no dejo de atender las comunidades. Realmente la palabra aislamiento perdió gran parte de su significado y de su poder que hubiese podido tener si los medios de comunicaciones no hubieran roto esa barrera. Haciendo uso de diferentes medios, tales como , impresos, mensajes de texto, aplicación whatsapp, correos electrónicos y llamadas telefónicas la iglesia a través de su ministerio de educación continuó atendiendo 51 estudiantes con quienes nos comprometimos a guiarles en su caminar académico durante el año lectivo 2020.
De igual forma, el mensaje de glorioso y libre evangelio de Jesucristo se sigue difundiendo cada domingo por la emisora comunitaria, donde se medita sobre el salmo del día y se hace un sermón basado en el Evangelio. Como comunidad local participamos en la realización de las devocionales diarias y del Servicio Mayor de cada domingo que IELCO difunde a través de diferentes medios. Con la ayuda de Dios y la debida protección hemos iniciado una jornada de visitación pastoral a las personas mayores de 60 años.
Un tiempo de gran bendición ha sido las devocionales que se realizan de lunes a sábado a las 6:15 PM por la aplicación zoom con una asistencia promedio de 12 familias conectadas desde USA, Centroamerica y diferentes lugares de nuestro territorio. Como Iglesia Integral ha sido nuestra función, con recursos locales y gestionados por la oficina central de IELCO, socorrer al necesitado en momentos de crisis alimentaria. Ha sido también nuestra labor profética levantando la voz frente a situaciones y episodios de injusticia y corrupción local.
Firmemente podemos decir como el apóstol San Pablo. “ la Palabra de Dios no está presa” (aislada) 2ª Timoteo 2:9. Por el contrario, con libertad y en paz se sigue anunciando y la fe se sigue fortaleciendo. A Nuestro Dios eterno y soberano sea la Gloria por siempre.
información por: P. Oliverio. Junio 30 2020.
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Nuevas realidades en las Iglesias
Desde que comenzó la cuarentena obligatoria, la Iglesia Evangélica Luterana San Pablo-IELSP ha venido observando las directrices de cuidado dadas por el ministerio del interior y la alcaldía de Bogotá. Los miembros de la Iglesia han venido acomodándose a las nuevas realidades de la crisis, y algunos de ellos han venido perdiendo sus trabajos y la situación económica se ha vuelto muy difícil para muchas de las familias. Esto considerando que la mayoría son personas con niveles de formación básica y se desempeñan en trabajos de bajo perfil económico.
A nivel de acompañamiento ministerial, desde el inicio de la cuarentena, el pastor ha acompañado a las familias a través de llamadas telefónicas, y ha venido realizando capacitaciones y reuniones vía internet a través de las plataformas disponibles así: se están desarrollando cursos de liturgia y cursos de homilética para miembros de la congregación, se han realizado reuniones de mujeres con el apoyo de la pastora Consuelo Preciado, y se están realizando reuniones de jóvenes inicialmente los domingos en la tarde y ahora los sábados en la tarde con la coordinación de Derly Díaz.
img-20200223-wa0195También se han realizado las reuniones del comité administrativo congregacional en varias ocasiones. Diariamente se reciben y se reenvían los devocionales enviados desde el ministerio de evangelismo coordinado por Marián Coy. El pastor aprovecha las llamadas a las familias de la congregación para hacer monitoreo y retroalimentación de las percepciones acerca de los devocionales. En general la gente está feliz de poder tener palabras de ánimo y de reflexión por parte de los diferentes pastores y líderes que están haciendo los devocionales diarios.
Con el apoyo de un proyecto de emergencias institucional de la IELCO, se han venido distribuyendo mercados a doce familias que están en condiciones muy difíciles, de igual manera con el apoyo del ministerio nacional de mujeres se han hecho unas donaciones en efectivo a ocho familias.
Desde comienzos de Junio se ha venido trabajando en ideas para implementar medidas de bioseguridad y distanciamiento social, para cuando se levanten las restricciones y podamos volver a celebrar el culto en las instalaciones del templo en Tunjuelito.
Información por: Pastor JAIRO SUAREZ
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